
Florida -- Esta vez no es su corte de cabello ni su sonrisa que se ven diferentes. El jardinero venezolano Magglio Ordóñez se encuentra en buena forma.
Eso fue evidente el día en que se presentó a los Entrenamientos de Primavera; por la mañana entró casi inmediatamente a la jaula de bateo y por la tarde hizo ejercicios de agilidad.
Se hablará de este tema durante toda la primavera, pero en el caso de Ordóñez, es de bastante importancia. Luego de una campaña del 2009 para el olvido, como profesional y a nivel personal, el toletero se quiere preparar para un repunte, y los que lo rodean se están dando cuenta de eso.
"No me gusta estar tan emocionado", manifestó el dirigente Jim Leyland, "pero me sorprendería si no tiene un gran año".
Leyland explicó lo que podría esperarse de su guardabosque.
"Si Magglio batea .320 e impulsa 100 carreras, para mí eso será maravilloso", declaró el capataz.
Incluso unas cifras un poco menores esas ayudarían a Detroit. Teniendo en cuenta que los Tigres necesitan mejorar su ataque, será difícil que el equipo tenga éxito sin la ayuda de Ordóñez.
Leyland no pensó en estas estadísticas de repente. El mes pasado habló sobre lo que esperaba de Ordóñez y le notó una sonrisa diferente. Lo veía más optimista que cuando pasó por los obstáculos del año pasado, que comenzaron cuando fue abucheado en el Clásico Mundial de Béisbol, seguido por la operación de su esposa para tratarle un cáncer en verano pasado. Su estrés aumento cuando se especuló que los Tigres no ejercerían la opción sobre su contrato para el 2010.
Eso ya quedó en el pasado. Este año Ordóñez estará en los entrenamientos desde el comienzo, su esposa se siente mejor y por ahora nadie piensa en su contrato. Con la mente despejada, pudo entrenar sin problemas durante el invierno.
"El año pasado fue difícil", explicó Ordóñez. "Ahora está en el pasado. Todo comienza de cero. Trabajé fuerte en la temporada muerta y estoy listo para arrancar.
"Me siento más ágil", añadió Ordóñez. "Levanté bastantes pesas en mi régimen".
No se podrán ver los resultados hasta que comience a jugar. Pero mientras le daba vuelta a su juego durante la recta final de la temporada pasada, Ordóñez parecía un bateador que no tenía el poder para conectarle a algunos lanzamientos o darle rectas para extrabases.
La gran racha de Ordóñez durante septiembre, en la que bateó .439, lo ayudó a conseguir su tercera campaña en fila con un promedio de al menos .310, y su cuarta en las cinco temporadas con los Tigres bateando al menos .300. Aún así, su OPS de .804 fue uno de los más bajos en su carrera, y sus extrabases también disminuyeron.
No es necesariamente cuestión de jonrones, ya que Ordóñez puede producir carreras sin volarse la cerca como lo hacía cuando era jovem. Pero en varios turnos al bate el año pasado, la diferencia entre corredores en primera y tercera y un remolque fue un sencillo o un doblete.
Un poco de ese poder apareció al final de la campaña, cuando comenzó a conectar mejor y con consistencia. Ahora Magglio espera seguir el ritmo este año.
Una gran temporada calmaría las dudas de su opción de US$15 millones para el 2011. Necesita 135 partidos como titular o 540 turnos al bate para ejercer esa opción automáticamente. Pero Ordóñez piensa en un futuro más lejano.
"Quiero jugar al menos cuatro años más", manifestó el venezolano. "Cuatro años sólidos".
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